Los créditos de carbono son una forma reconocida internacionalmente para la gestión de las emisiones de carbono de las organizaciones. Aquí vamos a intentar responder interrogantes como: qué son los créditos de carbono, porqué se adquieren y quienes son los actores de los mercados de carbono.

Un crédito de carbono es una unidad de dióxido de carbono equivalente (CO2e) que representa las emisiones que se reducen, evitan o secuestran en algún lugar para compensar las emisiones que ocurren en otros lugares (1 crédito = 1 tCO2e).”[1]

Debido a los progresos limitados que se tienen para cortar y mitigar rápidamente las emisiones de GEI (Gases de efecto invernadero), por ahora los créditos de carbono son reconocidos como un componente crítico para llegar a las ambiciosas metas globales de cero emisiones para 2050. 

Como en todo mercado, hay organismos que generan créditos de carbono (por medio de acciones de secuestro de CO2 como puede ser la reforestación) y organismos que los adquieren para mitigar de otra forma las emisiones que ellos mismos generan en sus actividades. Dado este intercambio entre empresas generadoras y empresas demandantes, nacen los mercados de carbono.

Pero ¿cómo funcionan los mercados de carbono?

Una empresa que disminuye o remueve sus emisiones de CO2 de manera voluntaria, puede registrarse en alguno de los diferentes estándares de carbono y certificar cada tonelada que está evitando en la atmósfera. Cada tonelada de CO2 certificada genera un crédito de carbono (por sus siglas en inglés se les conoce como CDRs – Carbon Dioxide Removal o Remoción de Dióxido de Carbono) que puede ser comercializado para compensar las emisiones remanentes de empresas que no puedan mitigar el 100% de sus emisiones de GEI, generando un ciclo de sustentabilidad. 

¿Qué entidades conforman los mercados de carbono?

Los mercados de carbono funcionan con la interacción de sus diferentes actores: dueños o desarrolladores de proyectos, consultores, casas certificadoras (también conocidas como OVV -Organismos de Validación y Verificación), estándares, compradores y traders. Estos son:

Dueños o desarrolladores de proyectos: Se encargan del diseño, implementación y monitoreo de un proyecto, ellos invierten su capital en iniciativas de reducción de emisiones o bien en tecnologías de emisiones negativas (NET – Negative Emissions Technology -) y son los vendedores de CDRs.

Consultores: Son empresas especializadas en proyectos de carbono, se encargan de hacer estudios de factibilidad, la documentación del proyecto y el reporte de monitoreo. También apoyan a las empresas en el proceso de las auditorías.

Organismos de validación o verificación: Son las terceras partes acreditadas por cada estándar que dan su opinión técnica con respecto a cada proyecto y la certificación de créditos de carbono. Siendo estos, instrumentos financieros de tanta relevancia, requierens tener un alto grado de certeza al ser adquiridos. De ahí la importancia de las OVVs, que se encargan, imparcialmente, de imprimir confianza en estos instrumentos financieros. En materia de carbono, existen dos tipos de auditorías:

Validación:

Proceso en el que una tercera parte evalúa, analiza y confirma si acciones futuras son rasonables y llevarán a una reducción o captura de emisiones

Verificación:

Proceso en el que una tercería evalúa, analiza y confirma el monitoreo de la reducción o captura de emisiones.

Estándares de Carbono: Son las entidades encargadas de emitir CDRs (creditos de remoción de dioxido de carbono). Ellos sientan las bases y guías para el registro y aceptación de cada proyecto, así como los requerimientos mínimos de monitoreo necesarios para la certificación de la reducción o captura de CO2.  Algunos de los estándares de carbono activos en el mercado con Puro.earth, VERRA, y Gold Standard entre otros.

Gobiernos: Reguladores de los mercados locales, estableciendo quienes son sujetos obligados, cuáles son las obligaciones que deben cumplir y cómo deben cumplirlas. Los gobiernos han estado avanzando en materia climática y regulación tanto a nivel nacional como a nivel estatal o provincial.

Compradores: Son empresas que requieren la compensación de las emisiones que no han podido mitigar. Las razones de compensación pueden ser obligatorias: normalmente forman parte de un Sistema de Comercio de Emisiones y son sujetos obligados a reducir sus inventarios de GEI; o bien voluntarias: se han preocupado por contabilizar sus emisiones y compensarlas sin que ninguna ley se los demande.

Traders: son las entidades que acercan vendedores con compradores y conocen las particularidades de cada estándar de carbono, hacen recomendaciones de acuerdo al tipo de proyecto al cual se desea hacer la aportación. Cada vez son más sofisticados y algunos cuentan con Market Place y tecnologías como Block Chain.

De acuerdo a la NASA Global Climate Change[2], anualmente hay una tendencia medible al incremento de las temperaturas, los pasados 5 años han sido los más calurosos de los últimos 140 años. En un mundo en donde las medidas para reducir el calentamiento global son urgentes y deben asegurar la efectividad de los resultados, los créditos de carbono se vuelve un instrumento sólido, real, trazable y fácilmente adquirible, con beneficios ambientales, sociales y económicos. Una herramienta fundamental para las metas en el combate al cambio climático.


[1] https://www.engie.es/creditos-de-carbono/

[2] https://climate.nasa.gov